domingo, 5 de febrero de 2012

El pasado viernes recibo una carta de Spanair, pensaba no abrirla siquiera. Creía que iba a ser una carta agradeciendo mi confianza y despedirse cordialmente (después de haberme dejado en tierra varias veces y no indemnizarme ni darme ningún tipo de explicación). El caso es que era una tarjeta SILVER.
Yupiii, ya tengo una nueva espátula para trabajar en el taller.

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