lunes, 2 de marzo de 2020

CNC / Shape 3D


Llevo tiempo queriendo expresar aquello que pienso sobre este tema. Lo siento por aquellos que no quieran leer algo tan largo, pero en realidad lo escribo para mí mismo. Últimamente me siento como un bicho raro al ser de los pocos shapers sin máquina para dar forma a mis tablas. Me siento así al querer dedicar alrededor de una hora y media en shapear una tabla y disfrutar con ello.

Continuamente oigo comentarios entre mis amigos o conocidos al respecto: Oye, Pablo, ¿cómo es que no tienes una máquina para shapear? ¿no lo has probado? te ahorraría mucho tiempo... O esta otra conversación que tuve el otro día:
> Pablo, ¿no has probado hacer una tabla con la máquina que tiene Pepito?
> No.
> ¿Y eso? ¿no quieres probarlo?
> No, ¿por qué?
> Pues no sé... para aprender. Y porque salen perfectas.

Error, grave error; bueno, no del todo. Sí, es cierto que salen perfectas teóricamente, pero siempre que se sea cuidadoso y que no se mueva la tabla en el proceso, cosa que "nunca" pasa (sarcasmo), y que se sitúe correctamente al darle la vuelta (un desplazamiento de 2mm en su centrado se traduce en 4mm de error en un lado).

En la mayoría de las tablas de surf, después de shapear con la máquina, solo hay que retocar, dejarla fina, pudiéndose laminar en ese momento, con lo que no hay opción a muchos errores. Por otro lado, en las de windsurf, las tablas se someten a 4 vacíos en la mayoría de los casos. Unos para el sandwich de la carena, otro para el de la cubierta, otro para laminar un lado y un último vacío para laminar el resto. En el primer sandwich no se suelen producir muchos cambios, pero puede haberlos, de ahí su verificación. En el sandwich de la cubierta sí hay que retocar los cantos principalmente y comprobar que la cola está correcta. Éste es el momento en el que el buen shaper tiene que hacer uso de su buena mano y dejarlo todo perfecto.

El caso es que estoy muy habituado a ver tablas hechas con máquina de shape con errores muy gordos si tenemos en cuenta que deberían ser "perfectas". Por mi taller pasan habitualmente tablas de muchos lugares e incluso de reputados talleres que fabrican las "mejores tablas del mundo". Siempre me gusta echar un vistazo a la pinta que tienen para estar al día de las cosas que hacen los demás, tratar de aprender con ello y entender lo que hacen otros y por qué, nunca deja uno de aprender. Mi gran sorpresa es cuando me encuentro diferencias de 3 ó 4mm de un canto al otro. O las quillas de un lado a 90° y las del otro con otro ángulo diferente, apreciables a simple vista.
Yo dedico bastante tiempo a repasar todo eso en las tablas que ejecuto, y me daría vergüenza vender una tabla a alguien con errores de ese tipo. Siempre pienso que mi reputación está en juego. Pero parece que hay talleres que ya han conseguido esa buena reputación y ya no pierden el tiempo en esas cosas. Siempre digo que probablemente no se note en el agua, me da igual que muchos digan lo contrario. Una persona ha depositado su confianza en ti y paga por ello, de manera que la tabla ha de quedar perfecta. Si compro un coche nuevo y el capó tiene una deformación importante o un bollón, quizá el vendedor me diga que da igual, que el coche va a correr lo mismo. Sí, cierto, pero estoy pagando para que eso esté bien y no abollado. En las tablas de producción (o de "serie", como se suele decir) también puede haber fallos de este tipo en algunos modelos. Supuestamente éstas salen de un molde que se ha hecho de una tabla, convenientemente revisado, aunque no siempre. O bien el molde no es muy bueno y se ha deformado con el calor del horno, o del número de tablas que han salido ya de éste.

Las tablas hechas con CNC (Control Numérico por Computadora) presentan ciertas ventajas. Una muy importante es poder replicar la misma tabla con bastante garantía de que sea casi idéntica, pudiendo guardar una base de datos de todas ellas con bastante detalle. Al diseñar en el ordenador se pueden hacer pequeños cambios de las medidas con cierta facilidad, pero mi manera artesanal de construcción me permite realizar muchas modificaciones de apenas poco milímetros, sobre la marcha, en función del cliente y de dónde se va a usar la tabla.
Volviendo al tema, la fabricación de una tabla de windsurf varía entre 40 y 50 horas. El proceso de shape sólo me ocupa una hora, lo que implica un ahorro de 2 horas. En mi caso, fabrico una media de 3 ó 4 tablas al mes, por lo que me estaría ahorrando 6 u 8 horas cada mes. En caso de no realizar el shape por mí mismo me estaría perdiendo la parte que considero más bonita y creadora en lo que la fabricación de una tabla conlleva.

Parece que una tabla fabricada con máquina es símbolo de buena calidad. Debo ser un bicho raro, como dije antes, porque sigo sin verlo. Lo que sí veo:
- Eres una empresa que ha aumentado mucho su producción y no tienes tiempo para shapear, en cuyo caso lo entiendo.
- Eres un shaper malo que no tiene "mano" para trabajar y necesita la ayuda de un CNC.
Ya le he dicho a algún "amigo" de estos que hagamos la prueba con dos tablas, una fabricada con CNC y una mía, a la manera artesanal, midiéndolas a ver cuál de ellas presenta más fallos. Obviamente, las mías tienen fallos, por supuesto, pero quizá nos llevemos una sorpresa. Otro aspecto a tener en cuenta es apreciar algo hecho a mano. Imaginaos que  a un pintor hiperrealista le dicen: pero ¿qué haces? Mira, si eso lo hago yo sacando una foto con mi móvil y sale mejor...
En fin, que me gusta "shapear", ¡qué coño!

2 comentarios:

  1. Hola pablo, estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho.
    El que no sabe shapear usa cnc y punto. Viva el shape a mano y 100% artesanal.

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  2. Yo no sé qué será mejor o peor, pero si valoro el trabajo hecho a mano, y no se me ocurre mejor ejemplo que el del pintor. Aporta una identidad que de otra manera no existe.

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