miércoles, 27 de enero de 2010

Hace un par de día me dieron un par de velas un amigo de Tenerife. Así que al día siguiente convencí a Pons para meternos al agua a probarlas. Tuve que conseguir un par de mástiles y botabaras más largos de lo habitual para poder montarlas, aunque la sailboards de Pons no quedó lo suficientemente tensa. tenía tanta bolsa que no podía casi ni hacer el waterstar (aunque sea algo que nadie sabía hacer con estas velas). La mía quedó mejor montada, y aunque te tiré lo que pude de escota se metía el viento por el otro lado de la vela y me tiraba al agua cada vez que venía una racha fuerte. Era casi imposible ceñir, y no conseguía coger velocidad de verdad (perfil inexistente). Hacía spin-out constantemente. Probablemente no son velas para una tabla de 227 cm. Aún así pude sufear tres o cuatro olas y tirarme tres forwards antes de darme por vencido.
Cuando monté mi moderna vela del 2010, en el primer bordo solo me dedicaba a obserbar la vela e intentar comprender su verdadero funcionamiento. En realidad no nos damos cuenta del material que tenemos hoy en día y de lo evolucionado que está hasta que probamos algo así.
Viva el siglo XXI.






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